Ya nos parecía raro que el frío se demorara tanto en llegar a Lima. Sin duda esta semana ha sido el comienzo de la húmeda estación. Es verdad, nuestro invierno es muy extraño. El día empieza con una densa neblina que poco a poco se va convirtiendo en una molestosa garúa que no deja de caer hasta pasado el medio día. Luego aparecen a penas unos débiles rayos de luz que nos ilucionan al hacernos creer que el día calentará un poco. Pasando las 4 de la tarde empiezan los ventarrones descontrolados, en el que si te olvidas de sacar su abrigo, fijo te agarra la gripe o algún problema bronquial. Esta es nuesta querida Lima cuyo cielo color panza de burro ya empieza ha hacerse evidente.No existe mejor estación para abrigarnos rico y abrazarnos de nuestro ser amado. No existe mejor estación en el año para quedarse unos minutitos más en la cama esperando que el cielo aclare un poquito más. No existe mejor estación en el año en donde no nos sintamos pecadores por comer unas cuantas cositas más, y disfrutar sin sentir culpa de los chocolates o bocaditos, que al final, gracias a la ropa gruesa, no se nos harán evidentes los rollitos de más.
Comenzamos el invierno y con ello, un nuevo cambio en nuestra forma de vestir y de arreglarnos. Los colores de nuestra ropa tienden a ser más sobrios, los accesorias un poco más recatados. Dejamos atrás el amarillo y el coral por el negro y el marrón. Nos desesperamos por comprar un nuevo par de botines negros (de ley, ya que siempre te saca de apuros) y un abrigo que vaya con todo. Que el frío no nos desanime al momento de vestirnos. Sin duda las blogeras fashionistas, tendrán mucho de qué hablar sobre este cambio.
Por mi parte, guardo mis sombras color pastel, y abro mi colección de colores más invernales. Espero mostrarles pronto nuevos look inspirados en nuestro bellísimo invierno limeño, que sin duda nos caerá muy bien.
Pdt: Abríguense!!!!
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